jueves, 27 de febrero de 2014

"Más que humanizar el parto, hay que mamiferizarlo"

La frase que titula la entrada es del ginecólogo francés Michel Odent, uno de los principales defensores del parto fisiológico y de las bañeras de dilatación.

http://www.serpadres.es/embarazo/parto/entrevista-michel-odent-parto-natural.html

Me ha venido a la mente este señor debido al siguiente  vídeo que circula por las redes sociales
en el que se muestra cómo un bebé recién nacido por cesárea se aferra al rostro de su mamá y llora desconsoladamente cuando lo apartan de ella. El vínculo, ese vínculo madre-hijo favorecido, entre otras cosas, por la oxitocina que se segrega durante el parto. La oxitocina es liberada espontáneamente por nuestro cuerpo en diferentes ocasiones en forma de "oleadas". Como hormona que es, se rige por el eje hipotalámico-hipofisiario y necesita de un mecanismo de feedback para controlar su liberación. Esto explica que las contracciones que anuncian el alumbramiento no sean continuas hasta casi cuando se va a producir el parto. El cuerpo humano es sabio, señores, y esto ocurre por algo. Así, el dolor más intenso ocurre cuando viene esa ráfaga de hormona que provoca la contracción y poco a poco, se va incrementando mientras la vagina se va dilatando, para funcionar con toda su fuerza y potencia en el momento preciso. Salvo complicaciones, el parto debería ocurrir así. Sin embargo, observamos que cuando la parturienta acude a urgencias, lo primero que hacen es meterle un bolo de oxitocina. ¿Qué provoca esto? Es bien sencillo: rompe el mecanismo natural del cuerpo y la liberación de la hormona pasa a ser de forma continuada. Y ahí es cuando la mujer empieza a sufrir unos dolores continuos y reza para que le pongan pronto la epidural. Además, no es raro que le obliguen a ponerse un enema y a estar tumbada boca arriba (perdónenme, pero yo creía recordar que la fuerza de la gravedad era hacia abajo). En ocasiones, se rompe la bolsa y, casi siempre, se realiza una episiotomía. Además, es común que el personal sanitario haga y deshaga a su antojo, tan sólo deseando que el parto acabe cuanto antes. Y sino, a la mínima de cambio, se realiza una cesárea (obviamente, hay muchos casos en los cuales son necesarias, eso no lo niega nadie), la cual impide que el niño pase por el canal del parto (la vagina), acto por el cual de nuevo liberamos hormonas que 1) aplacan el dolor y 2) permiten de nuevo el desarrollo del vínculo afectivo. No digamos ya el ambiente nada íntimo en el que se encuentra la parturienta: abierta de piernas, en un lugar frío y estéril, con unas cuantas cabezas mirando.

http://www.guiainfantil.com/blog/bebes/vinculo-afectivo/el-recien-nacido-que-no-quiere-separarse-de-su-madre/

Todas estas prácticas no son recomendables. Y oye, que no me lo invento, que lo dice la OMS, así que aquí os facilito una guía rápida:

http://elpais.com/elpais/2013/03/25/media/1364230325_726582.html

http://elpais.com/elpais/2013/03/23/media/1364000462_485154.html

http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/05/22/actualidad/1337716285_497698.html

Todo esto me ha recordado a un seminario al cual asistí en el ISEP de Madrid impartido por el neuropsicólogo y sexólogo Raúl Espert. Él nos explicó mucho mejor que yo las ventajas del parto fisiológico y lo ilustró con sus propios casos particulares: sus hijos. Incluso nos puso un vídeo de uno de los partos de su mujer en una bañera. A continuación, os dejo su canal:

http://www.dailymotion.com/playlists/user/raulespert/4


Como reflexión final, podría decir que no estoy completamente de acuerdo tampoco con el señor Odent (los hospitales, las cirugías, los medicamentos... salvan muchas vidas en los partos y también da confianza saberse en las manos de profesionales) y yo, particularmente, nunca pariría en mi casa ni en ningún otro sitio que no fuera un hospital, pero no estaría mal que al menos las recomendaciones de la OMS se llevaran a cabo para poder tener el mejor parto, a nivel sanitario y emocional, posible.

PD: ¡No se me echen los médicos encima, por favor! Espero que haya quedado clara mi postura: a favor de los hospitales, de todo lo que tenga que ver con la medicina y prevenir riesgos, ¡pero con cabeza! La propia medicina nos indica que se están haciendo mal las cosas. Y sí, no todos los ambientes son fríos, no todos los profesionales quieren que "el parto se acabe cuanto antes". También lo sé. Pero es una impresión que he obtenido de muchas mujeres. Sin embargo, como todo, este tema es subjetivo (lo que no lo son son los hechos científicos).



1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo contigo! hospitales sí, pero algo más natural. Me da miedo el parto el día de mañana no por el dolor, sino por toda la parafernalia que se monta en el hospital. Señores, es un parto no una enfermedad!! te conectan una vía, enemas, etc. En mi opinión creo que sobran muchas cosas...

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