domingo, 1 de noviembre de 2015

May the force be with you

Ahora lo más importante de todo es la constancia, la rutina, arañarle horas al reloj y conseguir el objetivo del día. La segunda vuelta es realmente mortal, es una mezcla entre repaso y tener que continuar estudiando esas pequeñas y enormes cosas imposibles e importantes. Es una etapa de transición, la más dura, entre el comienzo y el final. Y entonces tú, lista de ti, te decides a estudiar Psicopatología JUNTO CON Psicoterapias en dos semanas. Así, porque sí, porque yo puedo y "tengo que relacionar conceptos". Y lo haces, no sabes muy bien cómo. Ajá, pero luego llega Evaluación: una semana para estudiártela. Y entonces, desfalleces. Porque no, porque las escalas Weschler a mí no me entran en 5 minutos (afortunados los que las domináis porque yo a Weschler le habría sacado a tomarse unas copas, de verdad). No puedes dejar eso de lado, no puedes VOLVER a fallar una pregunta de esas en el examen oficial. De modo que te tiras un día y medio con los malditos tests y ale, tu planing se va por la borda, se inmola. Y entonces, puedes reaccionar de dos formas:

-Oh Dios mío misericordioso, ¿qué he hecho? Aún tengo que repasarme todas las pruebas de Psicopatología y de Personalidad y la semana que viene DEBERÍA empezar con Evolutiva y claro, estoy absolutamente rendida y no, que la cabeza y el cuerpo no me dan para más.

-¡BIEEEEN! ¡POR FIN ME HE APRENDIDO LAS MALDITAS ESCALAS WESCHLER, POR EL AMOR HERMOSO! ¡LA HE CONTESTADO BIEN EN EL SIMULACRO! OLÉEEEEEEE. Bueno, ahora a meterle un poquito más de caña para acabar con Evaluación, pero no pasa nada si empiezo un día después Evolutiva porque habrá merecido la pena dejar de tener por fin este tipo de errores.

He de reconocer que con lo controladora, perfeccionista y obsesiva que soy, normalmente he tirado pr el primer tipo de reacción. Pero como ya he comentado en entradas anteriores, poco a poco he ido cambiando mi forma de afrontar el PIR por cuestiones de salud mental y física, así que esta vez, he seguido la segunda opción: bien, por fin, lo has conseguido, pensabas que era imposible y lo has conseguido.

Y aprovecho para hablar de algo muy ligado a este tema: los descansos. Vale, que sí, que siempre nos dicen que "los descansos son importantes" y espero que ninguna cabeza loca se dedique meses y meses a estudiar sin descansar un sólo segundo de su existencia. Pero luego llega la realidad, te sientes culpable, piensas en que "se te acumula el trabajo", que luego sí que tienes planes ineludibles (una comida familiar a la que no puedes faltar, un curso que estás haciendo, trabajo...lo que sea) que te van a restar tiempo de estudiar y que no puedes permitirte hoy tumbarte a la bartola. Bueno, pues dentro de las posibilidades reales de cada uno y cómo seáis con el estudio, yo sí que os recomiendo escuchar a vuestro cuerpo, vuestra mente y vuestro corazón. Igual que si estás deshidratado y necesitas beber agua, aunque tienes que hacerlo a sorbitos porque sino, te sienta mal. Pues esto es lo mismo. No es cuestión de que entonces coja la rutina contraria y te tires días y días sin hacer absolutamente nada y viendo la vida pasar, pero sí que a veces es necesario un parón. Esta semana en concreto he estado agotada físicamente, por problemas de salud, y mentalmente debido al área que me tocaba (Evaluación, por eso he hablado tanto antes de ella). De modo que el jueves todo mi organismo dijo: no puedo más. Y lo hice, descansé. Descansé un jueves,comiendo por ahí, tirada en el sofá con mi novio, viendo Anatomía de Grey. ¿Y sabéis qué? Pues que el viernes por la mañana me cundió como nunca. Estudié tres horas seguidas, hice un mini-descanso y luego, otras dos horas. Y luego la tarde, la dediqué a cosas del Máster. La sensación fue genial, de alivio, de superación, de motivación. Además luego recibí el feedback del simulacro y al ser bueno, me sirvió para aún más apoyar la decisión que había tomado el día anterior.

Nuestro peor enemigo somos nosotros mismos. Bueno, no, en realidad son los que ponen las preguntas del PIR, el Ministerio que oferta tal miseria cantidad de plazas y tal. Pero como eso no lo podemos controlar, como son entes abstractos que por desgracia, parece que van a seguir en la misma tesitura por los siglos de los siglos, tenemos que conformarnos con pelear contra nosotros mismos,¡nada más y nada menos! Tu capacidad de superación NO son tus pensamientos, tu vocación NO es tu resultado en un simulacro, tus conocimientos NO es el número en el que hayas quedado. Tú eres psicólogo/a, tú sabes más de lo que te crees, tú tienes empatía, tú eres una luchadora, tú eres perseverante, tú demoras  la gratificación y desarrollas tu capacidad de frustración, tú tienes la espalda llena de contracturas pero sigues sentándote a la silla día tras día.

Recuerda quién eres y...

May the force be with you!